Son lesiones causadas por una infección viral de ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH) que afecta la capa externa de la piel en la planta del pie y pueden causar dolor o molestia al caminar.
¿Qué las causan?
- El contagio suele ocurrir al andar descalzo en lugares públicos húmedos como piscinas, duchas, vestuarios o gimnasios.
- El VPH puede penetrar la piel a través de microlesiones o grietas en la piel, facilitando la infección.
- Ciertos factores pueden favorecer la aparición: sistema inmunológico deprimido, piel seca o agrietada, humedades constantes o actividades que comprimen la zona plantar.
- Hay individuos más propensos en función de la exposición al virus y la sensibilidad de la piel, aunque cualquiera puede desarrollar verrugas plantares.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Protuberancias pequeñas, redondas o irregulares en la planta del pie.
- Superficie áspera, con puntos negros en su interior (vasos sanguíneos)
- Dolor o molestia al caminar o al presionar la zona afectada.
- Sensación de presión o tipo de “guijarro” bajo la piel.
¿Cómo podemos diagnosticarlo?
- Evaluación clínica: visualización de la lesión y revisión de síntomas.
- Verificación de la dureza de la verruga y de si hay dolor al presionarla.
- En algunos casos, pruebas adicionales pueden ayudar a descartar otras lesiones de la piel.
¿De qué forma podemos tratarlas?
1) Cuidados y tratamientos conservadores (auto y supervisados)
- Mantener la zona limpia y seca.
-Uso de calzado cómodo para disminuir la presión.
-Remedios de venta libre pueden incluir productos que suavicen la piel o hidrocoloides para proteger la zona.
-Importante: evitar raspar o cortar la verruga por cuenta propia para reducir el riesgo de propagación o infección.
2) Medicamentos tópicos no invasivos (bajo supervisión clínica)
- Ácidos salicílicos en diferentes formas (geles, parches, líquidos) para exfoliar gradualmente la verruga.
- Requiere uso regular y tiempo, con control por parte del podólogo para evitar irritación de la piel sana.
- En algunos casos, se recomienda combinar con funda o apósito para mantener la medicación.
3) Crioterapia (congelación) – tratamiento no invasivo
- Se aplica nitrógeno líquido para congelar la verruga en sesiones controladas.
- Nivel de dolor variable; puede provocar ampollas temporales.
- Requiere varias sesiones, separadas en semanas, para completar la eliminación.
4) Elevación de la piel y tratamientos físicos
- Láser de CO2 o láser de nd:YAG para destruir la verruga desde capas profundas.
- Opción suele considerarse cuando los tratamientos previos no han mostrado resultados o la verruga es extensa.
- Recuperación con reposo relativo de la zona y cuidado de la piel.
5) Cirugía menor o extirpación quirúrgica
- Extirpación de la verruga mediante procedimiento quirúrgico.
- Se realiza en consulta bajo anestesia local.
- Puede implicar un periodo de recuperación y, en algunos casos, cicatrización.
- Esta opción se reserva para verrugas persistentes, dolorosas o de difícil manejo.
6) Opciones avanzadas o combinadas
- En ciertos casos, se combinan técnicas (crioterapia + láser, o tratamiento tópico intensivo) para maximizar la probabilidad de curación.
- En diabéticos o personas con ciertas condiciones de la piel, la elección del tratamiento se realiza con mayor prudencia para evitar complicaciones.
Recomendaciones prácticas
- Evita caminar descalzo en zonas públicas y utiliza sandalias o calzado protector.
- Mantén la piel de los pies bien hidratada y corta las uñas correctamente.
- Observa si hay cambios en la lesión: aumento de tamaño, dolor intenso, sangrado o enrojecimiento general; ante cualquiera de estos signos, consulta de inmediato.
- Consúltanos si la verruga te produce dolor significativo, dificulta la marcha o no responde a tratamientos en casa.
- Si hablas de personas con diabetes, problemas circulatorios o inmunosupresión, acude siempre a un podólogo para valorar la estrategia de tratamiento adecuada.
Si tienes dudas, ¡consúltanos!
